Margara Williams
¡Bájate de la Nube y pon los pies en la tierra!

Fecha: Miércoles 19 de Enero 2022
Camila Agudelo. Facilitadora e Integrante del grupo de estudio Camelot 4.0
Este año Sí:
- Si empiezo la dieta
- Comienzo el gym
- Este año sí dejo la Coca-Cola
- Este año definitivamente sí comienzo la maestría
- Este año haré el viaje de mis sueños.
Seguramente tú como yo, has repetido muchas veces este tipo de frases al iniciar el año. ¡Bájate de la nube! Los sueños no sólo están hechos de ilusión, sino, de pequeñas acciones y sobre todo de una excelente planeación.
¡Hoy me gustaría hablarte sobre eso, no sin antes comenzar divirtiéndonos!!!
Juguemos un rato a dejar en manos de nuestra agilidad mental, lo que tendremos en abundancia para este año. Les explico, a continuación, comparto una sopa de letras; la idea es que la primera palabra que encuentren será aquella que podrán cultivar – por elección – en sus metas a lo largo del año…

Ahora sí, entremos en materia.
1. ¿Qué es para ti propósito, objetivo y meta?
2. ¿Qué metas te has pensado para el año 2022?
(...tómate un momento para pensar y desarrollarlo...)
Cuando decidimos trazar nuestros sueños, podemos confundirnos porque pensamos que propósito, objetivo y meta son lo mismo… y no. Quiero contarte que cada concepto es diferente y se encuentra inmerso en el otro, veamos:
· Propósito: en tiempo y dimensión es más amplio y está relacionado con el estilo de vida; es por ello que se habla de “propósito de vida”, porque implica un trabajo constante y de largo plazo para su cumplimiento.
· Objetivo: está trazado en el mediano plazo, es puntual (específico) y compone uno o varios propósitos.
· Meta: es el fin último al que se quiere llegar, como en una maratón para un atleta, es el punto final. Se desarrolla y plantea en el corto plazo, es cuantificable y se compone de diferentes acciones para cumplir y alcanzar los objetivos trazados.
Queda claro que cada concepto nos va llevando al siguiente; con pequeñas metas logramos un objetivo, para finalmente cumplir con el propósito de vida que nos hayamos planteado en cualquier aspecto: personal, espiritual, familiar, social, laboral, etcétera.
Una vez teniendo esto claro, ¡Manos a la obra!
La siguiente herramienta, es un planeador donde podrás plasmar 3 metas y las diferentes acciones que te llevarán a cumplir con ellas. Realiza este ejercicio a conciencia.

Como reflexión final:
Yo antes pensaba que para cumplir con lo que quería, debía ser muy “juiciosa” el 31 de diciembre a las 11:59 pm escribiendo en un cuaderno todo lo que quería lograr para el siguiente año. Pasado el tiempo verifiqué que nunca cumplí con aquello y hasta lo olvidaba.
Mucho después comencé a conocerme y a ver en mí, lo poco y mala planeadora que era en mi día a día, en mis actividades personales y el plano laboral. Me costaba entender, por qué siempre vivía corriendo (aunque me encanta), estresada y al final del día, un 80% desinflada porque no salía nada como quería, y no era porque tuviera muchas expectativas, sino porque nunca organizaba, ni planeaba mis quehaceres o mis deseos, y hablo desde las actividades más simples hasta las más complejas.
Elaborar este taller, me hizo divertir muchísimo y llegar a la reflexión de que los propósitos, objetivos y metas que tengamos en nuestra vida, no se cumplen sólo por deseo o por obra y gracia del espíritu santo.
Trazar diferentes planes de acción, planear los diferentes tiempos, es un ejercicio que puedes empezar el día y a la hora que desees, con el menor cliché social posible.
No hay planes imposibles cuando te bajas de la nube y pones los pies sobre la tierra.
Para finalizar: ¿Qué te llevas?
(compártenos tu experiencia en los comentarios).